lunes, 15 de diciembre de 2008

Matrix


Un periodista cabreado, un presidente militarista y una reunión de lideres políticos en un país ocupado. A simple vista podría parecer el inicio de un chiste, pero hay poco de lo que reirse. George W Bush, presidente en funciones de EEUU, el país más importante del mundo, el país más rico del mundo, el país que sufrio el 11-S, el país que declaro una guerra buscando armas de destrucción masivas, el único país del mundo que las ha usado.

Irak fue el país elegido por la empresa armamentística de EEUU para poder dar salida a todos esos "juguetitos" que tenían en stock. La excusa: la existencia de armas de destrucción masiva. La guerra acabó (oficialmente) hace tiempo, y todavía están buscándolas. A esto hay que sumarle el hecho de que la cantidad de "daños colaterales", una manera bonita de decir civiles asesinados, sea terrorífica y se incremente de manera alarmente. Además hay que añadir una industria debastada por la guerra, unas infraestructuras ruinosas y una corrupción digna de una novela.

Por eso no es de extrañar que un periodista iraqui, (que perdió a dos de sus hermanos a manos de soldados americanos y fue secuestrado por un grupo islamista) la emprenda a zapatazos con el señor presidente belicista, porque ya se sabe, que un tejano salido de un espagueti western tenga la desfachatez de decir que no se arrepiente de haber arrasado un país hasta hundirlo en el fango es para cabrearse, como poco. Menudo chiste

1 comentario:

Paula dijo...

Lo peor es que Bush pisa suelo iraquí y el remordimiento no le corre por el cuerpo